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 La liberación de los Einherjar

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Undómiel
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MensajeTema: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeDom Sep 07, 2008 11:18 pm



Acababa de amanecer. Los primeros rayos de luz se colaron en la estancia a través de un resquicio de la ventana. El interior de la cabaña quedó vagamente iluminado haciendo que los pocos muebles y objetos antiguos que allí había parecieran aún más viejos de lo que eran.

Undómiel yacía en la cama, profundamente dormida. Bajo su brazo, acurrucado, descansaba Mukka, su mascota. Poco a poco, la muchacha se despertó. Se quedó allí tendida unos minutos intentando acostumbrar sus ojos a la luz y pensando en las palabras que Ashran le había dicho el día anterior: “Mañana al medio día vendré a visitarte”.

Undómiel se incorporó y bostezando corrió la cortina, observó a través de la ventana los altos árboles que se alzaban alrededor de la diminuta cabaña. En aquella zona del bosque apenas llegaban los rayos del sol. Las copas de los arboles eran tan tupidas que filtraban la luz, suavizándola. Miles de luciérnagas revoloteaban durante el día supliendo la falta de sol y dándole un aire místico al bosque de Aldúya.

La muchacha, seguida de Mukka, salió de la cabaña y se adentró en el bosque. A cada paso que daba rompía el perfecto silencio en el que estaba sumido aquel lugar; las hojas que cubrían todo el suelo, formando una especie de alfombra de colores rojizos, crujían con agresividad a cada pisotón. Llegaron a un pequeño montículo de tierra en el que Undómiel se sentó con las piernas cruzadas. La muchacha cerró los ojos y sonrió con dulzura. Poco a poco fue separándose del suelo y se quedó levitando a unos pocos centímetros de tierra, incluso su pelo y ropa levitaban, moviéndose ondeantes como si estuviera bajo el agua; las hojas empezaron a revolotear a su alrededor. Undómiel seguía sonriendo, con cara de éxtasis, mientras Mukka observaba con fascinación el espectáculo. La valquiria se pasó horas así.

De golpe, oyó un crujir de hojas detrás suyo. Undómiel, que levitaba con las piernas cruzas, se incorporó en el aire y se dejó caer al suelo, las hojas que la rodeaban se quedaron quietas unos segundos, flotando en el aire y de golpe cayeron. La valquiria se giró con cara desafiante. No veía a nadie, pero sentía que tras la maleza alguien la observaba.

- Ashran, ¿Eres tú?


Última edición por Undómiel el Miér Sep 10, 2008 11:31 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 1:07 am

De entre los arboles aparecieron dos figuras. Undomiél fué capaz de reconocer a Ashran, que avanzaba gracilmente por entre el follaje caído, evitando que su capa se enganchara con la maleza. Tras de sí, un guerrero muy alto y musculado, andaba torpemente por aquél lugar, levantando apenas los pies del suelo para andar.

El extraño se movía lentamente por el bosque, a pesar de sus largas piernas, y su vestimenta totalmente llena de arañazos denotaba que se había ido enganchando con las ramas y los arbustos durante todo el viaje hasta aquel recondito lugar.

- Tal y como te prometí. He venido.- Anuncié, con mi caracteristica inexpresividad fijada al rostro. Y aproveché para acercarme más a la bella valquiria.

Al darme cuenta de que ella miraba, con sorpresa en los ojos y extraña expresión en la cara, a mi acompañante, deducí que debería darle alguna explicación.

-Él es mi siervo, creo que se llamaba Caramon... Un bárbaro de la tribu de los Shur-Ikaili. Gente de pocas palabras, aficionados a las peleas y a la lucha. De vivo fué un gran lider para su clan, pero tras su muerte se ha convertido en mi golem. Resulta irónico que alguien acostumbrado a mandar sobre los demás, ahora esté totalmente falto de voluntad y se haya convertido en el más fiel de los siervos. No és tan habilidoso ni ágil como lo fué en vida, pero esta dotado de una fuerza descomunal-

Tras estas palabras el golem del nigromante hizo una leve reverencia.

-Será él quien sirva de señuelo.-
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 1:29 am

Undómiel carraspeó un poco. Tenía las mejillas coloradas y aspecto de haber hecho un duro ejercicio físico. Miró a Caramon con curiosidad, fijándose en cada detalle de su vestimenta y en cada uno de sus movimientos inexpresivos. No le gustaba la idea de utilizar el cuerpo de un muerto pero no tenía más opción. Miró con algo de reproche al nigromante y dijo:

- Las Gwragedd Annwn no son estúpidas, espero que funcione – de golpe la muchacha se sonrojó un poco e intento evitar encontrarse con la fulminante mirada de Ashran y dijo titubeante:

- Yo… ahora… - carraspeó de nuevo -. Estaba hablando con el Bosque – agachó un poco la cabeza y se puso más colorada -. De hecho llevo debatiendo con él varias horas, al final quiso decirme el paradero de la Doncella del Lago que buscamos, también me ha dicho que no nos será fácil conseguir la espada… - la muchacha dejó escapar un suspiró y continuó:

- En una de las rocas del lago de Virendell – al ver la expresión del nigromante, Undómiel intuyó que Ashran no tenía ni idea de dónde se encontraba el lago y se apresuró a añadir:

- ¡Oh! El lago está a una hora caminando, llegar hasta allí no es ningún problema. Como te decía, en una de las rocas que sobresalen del agua aparece un hueco, cómo una puerta mágica, cada vez que entra o sale la Gwragedd Annwn. Tras la puerta hay una especie de canal que traviesa la gran roca – el nigromante parecía sorprendido -. Sí, tendremos que nadar. El canal lleva hasta un lago con una isla en el centro, allí habita ella. Debemos llegar hasta la isla, ya que dudo mucho que la Doncella del Lago lleve consigo la espada cuando salga de su escondite – el nigromante parecía reacio a mojarse, así que antes de que pudiera decir nada Undómiel añadió:

- Me temo que es la única entrada, ya que se trata de un lugar protegido por magia. Así que cuando la Gwragedd Annwn salga para buscar… - la muchacha titubeó unos segundos y continuó:

- Cuando salga a buscar a tu monigote, si es que sale claro – dijo con tono despectivo mirando al golem. Le parecía imposible que ninguna mujer fuese de la raza que fuese se fijara en semejante ser inexpresivo y torpe -. Seguiremos su barca nadando, debemos nadar cerca de ellos para que no se cierre la puerta cuando entren, pero no debemos dejar que nos vea. El Bosque me advirtió de que la Doncella del Lago es peligrosa – Undómiel dejó de hablar para coger aire-. En cuanto anochezca iremos allí ¿Qué te parece?
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 1:53 am

-Bien, veo que lo tienes todo planeado.- Dijé tajante.-Aunque al parecer todavía albergas muchas dudas acerca de mis capacidades.- Dediqué una corta sonrisa a Undomiél, tratando de inspirarle cierta confianza.

-Como veras yo también he hecho mis deberes.- Saqué un pequeño frasco de vidrio que contenía un liquido de color gris neutro de mi bolsillo.-Esto es una poción hecha a partir del corazón de un basilisco, hará que mi siervo sea irresistible para la Gwragedd Annwn. Y si a eso le sumamos el hechizo ilusorio que tengo preparado, que nublará y confundirá los sentidos de ella, esta parte del plan debería de salir bien.-
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 2:01 am

En el instante en el que el nigromante terminó de hablar, Caramon tropezó estrepitosamente con una diminuta piedra y cayó al suelo como si de un ser inanimado se tratase. Ni siquiera extendió los brazos, como cualquiera habría hecho, para amortiguar la caída.

Se quedó unos segundos de cara al suelo sin hacer ningún movimiento. El nigromante y la valquiria se miraron y luego volvieron a fijarse en Caramon. El golem se levantó con muchas dificultades y se quedó de espaldas a ellos, luego se giró lentamente hasta que pudieron verle la cara y les sonrió. La expresión del que había sido un gran guerrero y líder de clan era ahora de lo más cómica. Se había hecho varios rasguños por todo el cuerpo; de la nariz salía un hilillo de sangre que se deslizaba serpenteando hasta la boca del muchacho tiñéndola de color rojo; además, del impacto se le había caído uno de los incisivos dejando un enorme hueco en su inocente sonrisa. Aún y así él seguía inmóvil con esa expresión de felicidad en la cara. Undómiel no pudo contenerse y empezó a reírse a carcajada viva:

- Creo que con un solo frasco de tu poción nos vamos a quedar cortos – volvió a carcajear, y su risa resonó por todo el bosque. La muchacha se secó los ojos y suspiró con una sonrisa dibujada en la boca -. Me cae bien este golem tuyo, cuando terminemos con todo esto lo enterraremos para que descanse en paz – Undómiel se acercó a Caramon y le dio unas cariñosas palmaditas en el hombro. Miró el cielo y le dijo a Ashran:

- Será mejor que esperemos en la cabaña hasta que anochezca – la joven empezó a adentrarse en el bosque para regresar a lo que había sido su hogar durante tantos meses. Iba hablando con Mukka mientras se alejaba, aunque más bien parecía que hablaba sola:

- Uhm... Me apetece comer un buen estofado, como los que hacía aquel hombre de… ¡Vaya! ¡No recuerdo de dónde era! – el nigromante, que ya había perdido de vista a Undómiel seguía oyendo su monólogo, cada vez más lejano -. Pero estaba muy bueno, sí, sí, muy bueno. Qué tiempos aquellos, me pasaba el día comiendo. Estofado, estofado… - se había puesto a canturrear y entonces dejó de oírla.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 2:18 am

"Vaya, un ser curioso esta valquiria. Aunque he podido escrutar su rostro, no he conseguido llegar hasta su verdadera personalidad. Al parecer su corazón alberga un poco de oscuridad, pero ella parece intentar extirpar esa parte de sí misma. Quizás debería intentar convencerla de los poderes que atorgan el caos y maldad... Aunque bien mirado, seguramente sería una discípula pésima. Demasiado segura de sí misma e independiente como para dejarse seducir por el lado oscuro." Pensé.

Y enfrascado como estaba en mis pensamientos, cuando me quise dar cuenta, la chica ya había desaparecido dejándome solo al lado de mi gólem.

En un envite de razón volví a preguntarme por enésima vez que era lo que estaba haciendo en ese lugar, dejándome guiar por mis atrofiados sentimientos por primera vez desde hacía mucho tiempo. Realmente no podía creer que esa insoportable criatura hubiera conseguido llegar hasta mi mustio y negro corazón.

El caso es que había algo en el brillo de sus ojos, en su energía, en su empeño por proteger a los más débiles y cambiar el mundo, que me recordaba a mi mejor amigo en la academia de magia. Esos habían sido los mejores años de mi vida, y eran esos recuerdos los únicos que podían llegar a despertar sentimientos positivos en mi persona, por muy débiles y frágiles que fuesen.

Otra vez me había perdido en mis recuerdos, haciendo memoria acerca de esos tiempos. Invadido por una calida sensación de desasosiego y rabia, por lo que suponía para mi experimentar esa clase de sentimientos, mi mente volvió a tomar posesión de mi cuerpo. Acto seguido emprendí el camino hacia la vivienda de Undomiél, que ya debía de haber llegado hasta sus “aposentos”, si es que se les podía llamar así.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 2:37 am

La valquiria, el nigromante y el gólem pasaron la tarde en la cabaña. Ashran gastó la mayor parte del tiempo sentado al lado de la ventana observando el revolotear de las luciérnagas y pensando en sus cosas. Mientras, Undómiel jugaba con Mukka. En realidad intentaba enseñarle algunas órdenes como se les enseña a los perros, pero era algo imposible ya que para Mukka era todo una especie de juego. Caramon, sentado en el suelo de un rincón de la habitación, seguía sonriendo inocentemente. Undómiel le había intentado curar las heridas de la caída, aunque sin mucho éxito ya que al estar muerto su piel no se regeneraba ni sus heridas cicatrizaban a la velocidad habitual.

Al anochecer, desapareció el silencio en el que solía estar sumido el bosque de Aman. Miles de grillos empezaron a entonar su propia melodía desde sus más recónditos escondites. Los altos árboles, seguían sin dejar ver el cielo, pero ahora se movían ligeramente, como impulsados por una suave brisa imperceptible para los humanos. Las hojas rojizas que cubrían la tierra del bosque también eran impulsadas por este viento mágico y de vez en cuando se levantaban del suelo formando pequeños remolinos. Las luciérnagas brillaban con más fuerza que durante el día e iluminaban cada rincón de aquel hermoso lugar.

Undómiel cogió en brazos a Mukka y la ató con delicadeza a una cuerda que estaba fuertemente sujeta al pie de la cama. El pequeño monstruo se resistió y echó una mirada de reproche a su dueña:

- Lo siento Mukka, es peligroso, debes quedarte aquí – la valquiria se ató la funda de la espada alrededor de la cintura y se puso una larga capa de color negro que le llegaba hasta los pies. Mientras se cubría con la amplia capucha de la capa le dijo a Ashran:

- Es la hora ¡En marcha!
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeLun Sep 08, 2008 2:47 am

Los tonos agudos de aquellas palabras se clavaron en mi mente, como agujas de coser en un ovillo de lana, sacándome de golpe de mi ensoñación y de los pensamientos oscuros en los que mi mente se había visto sumida al caer el ocaso sobre aquel místico bosque.

Me había pasado la tarde repasando algunos hechizos y una ligera jaqueca se había instalado en mi mente. El arte de la magia necesita y exige una dedicación constante. Y por supuesto un permanente y arduo estudio de sus intrínsecos secretos de forma continuada.

Me levanté medio tambaleándome, pero enseguida recuperé la habitual seguridad en mis pasos. Dirigí una fugaz mirada hacia Undomiél, que estaba expectante.

- En un momento estaremos listos.- Me agaché hacia mi golem, al que le estaba cayendo la baba… Levante un dedo en el aire, que empezó a brillar con fuerza. Lo acerque a la frente de Caramon, y mientras lo hacía una leve brisa empezó a soplar. La brisa, que salía de mi dedo se volvió en un intenso viento en cuanto éste toco su piel, eran los vientos de la magia. En un instante todo había terminado, me di la vuelta para salir del habitáculo y el golem me siguió. Pero ahora su aspecto había cambiado, empezando por su mirada, que se había vuelto mucho más intensa y daba la sensación de albergar mucha vida en su interior. Además sus heridas habían quedado ocultadas, y Caramon se movía ya con la soltura que había tenido en vida. Cuando éste pasó por el lado de la valquiria, esta pudo sentir el aire más cargado a su alrededor.

-La magia es ahora muy viva en él, tanto que se puede sentir hasta con los sentidos convencionales.- Me apresuré a aclarar.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMar Sep 09, 2008 3:11 am

- ¡Oh! Ya lo he notado, el aire… el aire se ha vuelto espeso – dijo Undómiel y acto seguido miró a Caramon. “Ahora es bastante más atractivo” pensó la muchacha y no pudo contenerse de sonreír con dulzura al golem.

De golpe, la valquiria sacudió la cabeza intentando deshacerse de las distracciones.

- ¡Se nos va a hacer tarde! ¡En marcha! – Undómiel agarró la mano de Caramon y salió disparada por la puerta. El nigromante puso cara de resignación y la siguió.

Los guió por un estrecho sendero de tierra que las luciérnagas iluminaban con empeño.

- Parece que nunca se cansan de revolotear –dijo de golpe la muchacha señalando con el dedo a una de las lucecitas que flotaban por el aire -. Me refiero a las luciérnagas. Siempre están aquí, ya sea de día o de noche. Impasible. Incansables. Parece que estén librando una constante batalla contra la oscuridad. Ya verás cuando lleguemos al lago de Leannan, está repleto de ellas. Revolotean sobre toda la superficie del agua. Es bonita la luz que hacen ¿No crees? – Undómiel miró al nigromante esperando una respuesta, pero no dijo nada y continuaron avanzando en silencio.

Tras una hora de camino, Undómiel se detuvo y con voz susurrante se dirigió a Ashran:

- Ya hemos llegado – dio unos pasos hacia delante y se escondió tras unos matorrales. El nigromante y el golem se acercaron a ella.

- ¡Agachaos! Que desde aquí puede veros – y tiró con fuerza de la capa de Ashran para que se ocultara con ella.

Escondidos tras el matorral observaron con fascinación el hermoso lago que descansaba frente a ellos. No era un gran lago, más bien pequeño. Y como había dicho la valquiria poco antes, miles de luciérnagas sobrevolaban la tranquila superficie, mientras ésta reflejaba la luz de los pequeños insectos.

De las cristalinas aguas sobresalían de vez en cuando los delgados y elegantes troncos de unos árboles que habían arraigado en la profundidad del lago. Sus altas copas estaban pobladas de flores blancas que caían con elegancia hasta quedarse flotando en la superficie de las aguas.

- ¿Ves? – Undómiel señaló con el dedo una gran roca cercana a la orilla que sobresalía del agua -. Esa es la roca de la Doncella del Lago. Dile a Caramon que se acerque a la orilla. Mientras tanto nosotros nadaremos hasta esas rocas de allí y nos ocultaremos tras ellas. En cuanto la Doncella recoja al golem y regrese a su casa nosotros la seguiremos. No podemos arriesgarnos a entrar cuando salga porque podría vernos con más facilidad. Y… - la muchacha puso cara pensativa repasando cada uno de los pasos que debían seguir e intentando no dejarse nada -. ¡Ah! Recuerda, debemos ser rápidos, la puerta mágica se cerrará a los segundos de que la Doncella entre. ¿Entendido? – Undómiel sonrió a Ashran. Estaba emocionada. Muy emocionada. Llevaba meses esperando ese momento. Por fin conseguiría la espada que tanto ansiaba.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMar Sep 09, 2008 2:50 pm

-Entendido. Aunque antes tendré que añadir un último detalle al plan.- Saqué otra vez el frasco con la poción de basilisco. En esta ocasión el gris neutro había pasado a una paleta de colores plateados que giraban dentro del frasco creando en su interior un remolino brillante.

Con cuidado metí un dedo dentro del recipiente. Al contacto con mi piel, la sustancia que este contenía se quedó adherida a la yema de mi dedo. Con un grácil movimiento alcé esa misma mano hacia los cielos, y un finísimo hilo la siguió en su recorrido, hasta quedar el frasco totalmente vacío. Un giro de muñeca y el argentado hilo empezó a girar sobre la cabeza del golem, que con escrutante mirada, no perdía detalle del ritual. Luego, como si fuese humo, la poción empezó a entrar por su nariz y por su boca, haciendo que Caramon quedara suspendido en el aire por unos segundos. Cuando éste volvió a tocar el suelo, su piel irradiaba una tenue luz del color de la luna.

-Bien, ya está todo listo.- Dije apresuradamente.-Debemos dar-nos prisa.- Dije mientras Caramon se acercaba con paso firme hacía la orilla del lago, al tiempo que entonaba una bella y calmada sonata élfica dirigida a la dama del lago.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMiér Sep 10, 2008 3:21 am

- Ahora… es realmente atractivo – Undómiel dio un golpecito amistoso al nigromante y mientras entraba con delicadeza en el agua le dijo con el puño en alto:

- ¡Buen trabajo!

Nadaron hasta las rocas en las que habían planeado ocultarse y esperaron pacientes a que los hechizos del nigromante hicieran efecto sobre la Doncella del Lago. Podían ver cómo Caramon seguía entonando la sensual melodía desde la orilla.

- Llevamos por lo menos dos horas aquí, estoy harta de escuchar la maldita cancioncita élfica – refunfuñó al fin Undómiel -. ¿Estás seguro que esas pociones tienen efecto sobre las hadas? – Ashran asintió con seguridad -. Pues vaya, si que se hace de rogar la condenada… Seguro que piensa que haciendo esperar a los hombres se hace más interesante para ellos. ¡Ja! Conocí a una chica en… uhm… - la muchacha se había acomodado en la roca, estaba medio estirada y con las piernas cruzadas -. En… creo que fue en Tirith. ¡Buah! Es una ciudad realmente grande y con muchos jardines, deberías ir a verla. Bueno, lo que te decía. Conocí allí a una chica, Elenna. Bueno, de hecho no la conocía en persona pero sí de vista y de habladurías. Se la conocía en el pueblo con “La dulce espera” ¿Sabes por qué? Porque era bella y dulce pero siempre hacía esperar a sus amante. Todos los hombres la deseaban y sufrían esperándola, temían que no viniera ¿Pero sabes qué pasaba siempre al final? – el nigromante que parecía haber estado ausente todo aquel tiempo dibujó una expresión de sorpresa en la cara. Undómiel se incorporó de la posición estirazada en la que estaba y estiró un poco el cuello para poder ver qué es lo que miraba su compañero.

Perfectamente ocultos tras las rocas observaron como en la gran roca que sobresalía cerca de la orilla se estaba dibujando una especie de puerta en forma de arco. En cuanto el dibujo estuvo terminado, los trazos se iluminaron de golpe y en la piedra se abrió una grieta, el agua se adentraba en ella formando un canal que travesaba la roca. La valquiria sonreía. En sus ojos se reflejaba la luz que aún desprendía la puerta y susurrando terminó su historia:

- Al final ella siempre aparecía y ellos, enfadados, la rechazaban. Se quedó sola.

Los dos continuaron admirando el panorama. Por el canal que se acababa de formar apareció una pequeña barca de madera dorada y brillante. Sobre la embarcación vislumbraron la silueta de la Gwragedd Annwn. La Doncella del Lago estaba de pie sobre la embarcación, sin apenas moverse. Vestía una túnica blanca muy holgada y fina que le llegaba hasta los pies. Su pelo, también de color blanco se deslizaba ondulante hasta las rodillas. Era de piel fina y clara y extremadamente hermosa. Sus movimientos eran tan delicados y frágiles que parecía que fuera a romperse de un momento a otro.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMiér Sep 10, 2008 5:09 pm

Al tocar la barcaza la orilla del lago, a la altura de Caramon, este detuvo su cante y se arrodilló sobre una de sus piernas, con una marcada inclinación. Para acto seguido dedicar una sonrisa cautivadora a la dama del lago, que le miraba expectante.

-Te estaba esperando.-Dijo el golem con voz calmada. –Las historias acerca de tu belleza me han llegado a través del viento que venía del norte. Y ni cuando dijeron que las estrellas habían bajado para saludar la segunda luna que en las noches se reflejaba en este lago, con la luz de tu esencia, me hicieron soñar con tu verdadero rostro.- Y el bárbaro se levantó alzándose por encima de ella, para con paso firme acercarse a la barca dorada, esperando una invitación de la Gwragedd Annwn.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMiér Sep 10, 2008 7:13 pm

Mientras tanto Undómiel se había tapado la boca con las dos manos para evitar reírse. “Qué cantidad de cursiladas pueden decirse en tan poco tiempo” pensó la muchacha mientras sonreía. El nigromante se percató de los fracasados intentos de la chica por controlar su risa y la miró desafiante, a lo que ella respondió susurrando:

- Perdona… es que… - Undómiel se puso seria de golpe y continuó:

- … me ha parecido realmente precioso lo que le ha dicho, deberías darme algunos frascos de tu poción para probarla en hombre lobo, igual se vuelven menos brutos y más… - “cursis” pensó ella y volvió a taparse la boca para contener la risa y dijo:

- … más delicados y románticos, que les hace falta.

En el instante que dejó de hablar observaron cómo Caramon subía a la barca.

- ¡Bien! – musitó Undómiel -. ¡Manos a la obra!

Los dos volvieron a entrar en el agua con sumo cuidado para no hacer ruido. La barca de la Gwragedd Annwn había comenzado a avanzar de nuevo hacia la roca en la que empezaba a dibujarse de nuevo la puerta.

La valquiria y el nigromante esperaron a que la barca pasara de largo por delante de donde ellos se ocultaban para empezar a nadar detrás escondiéndose tras las pequeñas rocas y nenúfares que iban encontrando por el camino.

La Doncella del Lago y Caramon ya habían cruzado la puerta mágica y ésta empezaba a desaparecer. La grieta que se había formado en la roca se iba estrechando a gran velocidad y la luz que desprendía con fuerza iba haciéndose más débil.

Ashran y Undómiel nadaban con fuerza. “Mierda, no llegamos” pensó la muchacha, paró en seco de nadar y agarró la mano de su compañero. Balbuceó unas palabras que el nigromante fue incapaz de entender y una especie de corriente empezó a empujarlos a gran velocidad hasta que consiguieron entrar en la roca por un diminuto resquicio de la grieta que se cerró a los segundos. “Nos ha ido por poco” pensaron los dos. Ahora se encontraban en una profunda cueva con un pequeño canal de agua en el centro, a lo lejos vislumbraron la barca de la Doncella.

Esperaron un rato hasta perderla de vista para así poder hablar sin miedo a ser descubiertos.

- ¿Estás bien? – le preguntó Undómiel a Ashran. Parecía que el nigromante había tragado algo de agua mientras era arrastrado violentamente por la corriente de agua que ella había invocado -. No se me ocurrió nada más, lo siento -. El nigromante tosió un poco y le dijo a la muchacha con una sonrisa en la cara:
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMiér Sep 10, 2008 9:30 pm

-Veo que eres rápida y tienes ciertos singulares poderesss...- Dije pesadamente, haciendo que la sonoridad de la frase recayera en la última palabra, intentando ocultar la inusual rabia que removía mi negra y habitual calma interior.
"Será una estupenda golem cuando se muera... sobretodo teniendo en cuenta que probablemente la dama del lago dará buena cuenta de Caramon cuando descubra el engaño." Pensé, al tiempo que recordaba los rituales más oscuros que hay que llevar a cabo para la creación de un golem, y hacía inventario de los diferentes ingredientes que tendría que buscar para preparar las diferentes pociones.

-Bien, no es momento de echarse atrás ahora Undom… Aunque a partir de ahora el peligro de muerte sea un hecho palpable durante el resto del viaje.- Y levantando un dedo, toda el agua que empañaba mi ropa pasó a formar un pequeño charco en el suelo, quedando mis vestimentas totalmente secas.

Desviando una mirada nítida hacia Undomiél, le hice entender que deberíamos empezar a seguir a la dama del lago antes de que esta se perdiera en los laberintos de grutas subterráneas. Acto seguido, volviéndome otra vez hacía el agua, puse un pié en ella. Que en vez de hundirse pareció encontrar un soporte en la oscura superficie liquida, creando alrededor de mí planta una serie de ondulaciones en el agua.

Y antes de que tuviera tiempo de posar mi segunda extremidad en el agua, para empezar a andar sobre ella, de forma mágica y antinatural, como una exhalación, una sombra rompió la tranquilidad del lugar, y del agua salió una gigantesca cabeza de reptil. Una serpiente de colosales dimensiones había lanzado sus mortales colmillos hacía mí, pero en el último momento se desvió para atacar a mi acompañante, a la que pilló totalmente desprevenida.

Justo antes de que Undomiél pasara a mejor vida, el monstruo se paró en seco, y las olas que había levantado con su súbito movimiento chocaron contra la pequeña orilla en la que nos encontrábamos. Parecía realmente imposible que un animal de aquellas dimensiones tuviera tal extraordinaria velocidad, sin duda era un animal místico y mágicamente imbuido.

Lentamente el animal volvió a meterse en el agua y se mantuvo en la superficie manteniendo su lomo a la vista.

-Al parecer hemos encontrado un improvisado aliado. La nigromancia incluye una extraña relación con los reptiles, y de entre ellos las serpientes son los familiares mágicos más habituales de los nigromantes. Esta, en concreto, está ahora bajo mi influencia, y puedo controlarla mentalmente. Si fuera necesario, daría su vida por salvarme. Ella nos conducirá hasta el escondite de Gwragedd Annwn.-
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeMiér Sep 10, 2008 10:43 pm

- Genial… - musitó Undómiel. Bajo la capa, sin que el nigromante pudiera verla, agarraba con fuerza su espada. El corazón le latía muy rápido. Unas milésimas de segundo más y habría atacado a ese reptil gigante. No le habría sido muy difícil acabar con él, al fin y al cabo ella era una valquiria bendecida con los poderes de los dioses, pero Ashran no lo sabía y la despreciaba por su aspecto humano frágil y delicado, ¿Por qué sino había permitido el nigromante que la serpiente se abalanzara sobre ella hasta el último instante? Para asustarla, sin duda.

- Sigamos a tu bicho – Undómiel se dirigía ahora a su compañero con cierta desconfianza. Desde el primer día había notado que aquel tipo no era trigo limpio, sin embargo se había encariñado con él poco a poco, “¡Qué estúpida he sido!” pensó la muchacha. Estaba enormemente resentida. Se había fijado en la expresión que Ashran dibujaba en su cara cuando hacía unos instantes la serpiente se dirigía violentamente hacia ella. Sí, sin duda el nigromante hacía rato que controlaba a esa criatura y le había gastado una broma de muy mal gusto.

Undómiel no confiaría más en ese tipejo, “En cuanto consiga la espada cada uno seguirá su camino” pensó la muchacha mientras caminaba desganada tras de Ashran. Se fijó en el elegante y pausado caminar de su compañero y se entristeció. “Qué farsa. Él me gustaba”.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeVie Sep 12, 2008 3:39 am

-Vaya chica...Acostumbrado como estoy al trato con los vampiros, no esperaba que unas palabras de agradecimiento salieran de tu boca, pero la dureza y la indiferencia que hay plasmada en tus vocablos no es lo que yo recordaba de las épocas en las que tenía más trato con la gente de bien. Quizás es por que los tiempos han cambiado desde entonces y la cortesía ya no es parte de la sociedad actual, aunque juraría, de la última vez que visité una taberna, que todo seguía si hace, más o menos igual. Así que más bien deberé de suponer que el hecho de que vivas sola en una cabaña del bosque puede haberte vuelto más austera. Aunque es una explicación que no termina de convencerme… Bien recuerdo como amablemente nos ofreciste cobijo y una taza de té en aquella noche en la que nos sorprendiste a Evangeline y a mí.- Suspiré con una leve sonrisa enmarcada por mis labios, sin llegar a enseñar los dientes, como el que se enfrenta a un difícil problema matemático al que empieza a ver la luz de la respuesta.

-Dime Undómiel, ¿Cual es la verdadera razón por la que quieres recuperar esa espada? Si bien es cierto que se atisba en tus ojos una razón de bien para querer recuperarla, nunca te has sincerado al respecto de este importante tema.- Dije, tratando de apelar a los recuerdos de la chica, con voz calmada y un tono cálido que inspiraba tranquilidad. Bordeando el tema que ahora me traía de cabeza, intentando que Undómiel se sincerara acerca de los pensamientos que la mantenían claramente preocupada. No era simple curiosidad, no podían enfrentarse a peligros mortales si ella le escondía algo, ¿Quizás era una trampa para intentar librar al mundo de mi magia negra? No creo…Aunque, ¿Que se puede esperar de un humano que te ha estado escondiendo poderes tan excepcionales como el que acababa de mostrarme? Para gente como yo, con tantos en enemigos en el orden mágico, cualquier hechicero podía volverse en mi contra.

Tosí repetidamente… Frenar a esa serpiente de sus instintos ancestrales había sido realmente difícil, cuando un reptil ataca a su presa, muy pocas cosas pueden frenarlo. De hecho, de no haber sido mi esencia nigromántica tan portentosa como para que la serpiente la hubiera sentido a tiempo, habría pasado a mejor vida sin tan siquiera haber tenido tiempo de teletransportarme a un lugar seguro, y solo el hecho de haber sido el primero en ser atacado me había dado el tiempo suficiente como para entrar en la mente del gigantesco animal y someterlo. Una de las primeras cosas que se le enseñan a un hechicero es que la magia necesita tiempo, y por eso hay que tener los hechizos preparados con antelación y a poder ser mantenerse alejado de la refriega del combate en todo momento. No obstante mi poder me había hecho obstinado, y me había hecho creer que no hay peligros que puedan sorprenderme gracias a mis mejorados sentidos. Esta claro que me equivocaba, y agradecía de corazón que hubiera sido un animal tan maravilloso como una serpiente, el encargado de recordármelo, o de otro modo mi inseparable amigo me hubiera tenido que resucitar de nuevo. Realmente era una experiencia desagradable pasar por aquel mal trago que representaba visitar las fauces del infierno.

Recuperándome de la tos seca que me había asaltado y me había hecho encorvar con una mano apostada en mi boca, puse mi mirada de nuevo en los ojos de Undómiel, esperando algún tipo de respuesta.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeVie Sep 12, 2008 11:46 pm

- ¿Uhm? ¿A qué viene todo esto justo ahora? – dijo Undómiel de lo más desconcertada. Desde que Ashran había decidido ayudarla a conseguir la espada nunca le había preguntada nada ni sobre ella ni sobre su tarea.

La muchacha caminaba a paso lento por el diminuto camino de piedra que había justo al lado del canal, mientras que Ashran avanzaba sobre el agua sin hundirse gracias al hechizo que había hecho tras el ataque de la serpiente. El inmenso reptil nadaba seseante guiándolos por aquellas grutas de apariencia interminable.

Undómiel miró de reojo a su compañero. Después de lo que había ocurrido con la serpiente ¿Debía confiar en él? Quizás había sido todo un malentendido. Quizás Ashran no había sido el culpable de que el reptil la atacara. “El tipejo este me gusta” volvió a pensar Undómiel y entonces dijo con cierta inseguridad:

- Pensaba… pensaba que… Bueno, de hecho tú me dijiste que me ayudarías sin saber nada, que te daba igual la espada. Y después de eso creí que no valía la pena contarte quién soy, ni de dónde vengo. Además, tampoco yo lo sé todo sobre ti ¿No? – la chica suspiró, ya no tenía en su voz ese tono de reproche y desconfianza con el que le había hablado a Ashran hacía unos instantes -. Conseguir la espada es la única forma que tengo de vengarme de Odin – el nigromante se mostró muy sorprendido, a lo que Undómiel añadió:

- ¡Sí! ¡Odin! ¡Odin! ¡Odin! ¡Dios de las tierras de Lebennïn y Tarmenel! – el tono de voz de la chica había ido aumentando, ahora gritaba con los ojos inyectados en sangre - ¡El dios de la bondad para algunos y del abuso del poder para mí! – Ashran parecía desconcertado -. ¡Oh! Perdona, me he dejado llevar por mis sentimientos, pero es que yo lo conozco… Sí, lo conozco a él y a muchos otros dioses del Valhalla. Trabajé para ellos durante muchos años ¡No! – Undómiel volvía a gritar -. ¡No les serví! ¡Me obligaron a hacerlo! ¡Y me obligaron a llevarme a miles de almas inocentes para que se convirtieran en einherjar! Eso es lo que hacen las valquirias: reclutar guerreros para los dioses. Eso es lo que soy, una valquiria. Pero cuando me di cuenta de que todo eso era… Era injusto ¿Sabes? Las personas son libres. Las almas, incluso después de la muerte, merecen ser libres. Por eso… Ahora… Quiero devolverle la libertad a esos guerreros a los que recluté para convertirse en esclavos de los dioses… Y esa espada es un objeto que me ayudará a liberar una alma en pena – tras su confesión, la muchacha miró con cierto miedo a Ashran -. He… he confiado en ti, no me falles.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeSáb Sep 13, 2008 1:16 am

Dándome cuenta de los fuertes sentimientos que desenterraban mis preguntas decidí no seguir con el tema. Sin embargo sus confusas palabras habían sido verdaderamente reveladoras, así que estaba acompañando a una valquiria… quién me iba a decir a mí que tras tanto tiempo conocería al fin un ser tan poco común. Lo poco que sabía de estos seres era lo que había podido escuchar de los cuentos e historias populares, y de hecho las citas acerca de las valquirias en los libros eran realmente escasas.

Tras andar un poco más por aquellos angostos pasadizos, parecidos a canales subterráneos, llegamos a una de tantas desviaciones y la serpiente sacó la cabeza del agua, y silbando con su lengua viperina, me indicó que era esa la dirección que debíamos tomar.

Ante nosotros se abría un pasadizo más pequeño que el pasadizo principal. Al principio las paredes de roca natural, iluminada por la luz de mi báculo, no parecían discernir de las que acabábamos de dejar atrás. No obstante, cuando nos adentramos un poco más por aquel tenebroso lugar, pudimos descubrir una macabra y estremecedora estampa, que hizo que me recorriera un familiar y cálido sentimiento. El escenario que se presentaba ante nosotros era algo realmente aterrador. Empanadas en las paredes, de lo que ahora resultaba ser una catacumba, había multitud de huesos y calaveras humanas, seguramente victimas del tiempo. Compañeros que seguramente habían muerto de viejos al lado de la dama del lago, obsesionados con su belleza o su encanto. Aunque realmente no dudaba que entre esos cadáveres, también hubiera el de algunos intrépidos, llamados por las riquezas de la Grawned Awn, o bien intentando salvar algún compañero extraviado, que habían entrado sin el permiso a su refugio.

Al fondo de la gruta, una tenue luz de color maragda brillaba con esfuerzo en la profunda oscuridad.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeDom Sep 14, 2008 1:48 am

A Undómiel no le agradaba aquel lugar, llevaba ya un rato con expresión de disgusto y con el estómago un poco revuelto. No le gustaba el hecho de ver tantos esqueletos y restos humanos. Además sentía una profunda pena por esa Doncella del Lago que estaba condenada a sufrir la muerte y pérdida de sus amantes constantemente.

- Démonos prisa – la muchacha aceleró el paso esquivando los huesos y calaveras que estaban esparcidos e intentando no mirarlos.

Al llegar al final del túnel observaron admirados el paisaje que tenían en frente. Y Undómiel dijo desconcertada:

- Parece… parece que no nos hayamos movido. Este lugar es como el lago de Leannan, es igual – efectivamente, se encontraban en un lago exactamente igual al que habían dejado atrás: con las luciérnagas, árboles y flores blancas que caracterizaban el lago de Leannan. La única diferencia del paisaje era el pequeño islote que se encontraba en el centro.

- Ahí vive la Gwragedd Annwn – dijo Undómiel sonriente mientras señalaba con el dedo la pequeña isla -. Según me dijo el Bosque… vive en una casita de madera, aunque desde aquí no consigo verla – la valquiria intentó agudizar su vista cerrando levemente los ojos -. No, no logro verla, aunque allí… – volvió a señalar la isla aunque esta vez intentaba que su compañero se fijara en lo que se escondía entra unas rocas del islote - …allí está su barca ¿La ves? – Ashran asintió.

- Bien, deberemos mojarnos de nuevo, es la única manera de que no nos vea – la chica sonrió al nigromante y continuó:

- Esta vez intentaré no ahogarte.

Se metieron en el agua y empezaron a nadar calmadamente, ahora ya no tenían prisa, ya habían conseguido llegar muy lejos y era mejor ser prudentes.

Undómiel dejó de nadar de golpe, agarró la mano de Ashran para que también se detuviera y dijo:

- Aquí debajo hay algo… - en ese instante una enorme aleta escamosa sobresalió del agua de forma fugaz justo al lado de donde ellos se encontraban:

- ¡Un dragón acuático! – el Bosque le había advertido a Undómiel de que la Doncella del Lago era peligrosa pero jamás se habría imaginado que tenía un dragón acuático como mascota.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeDom Sep 14, 2008 3:36 am

Un gesto de horror enmarcó mis facciones mientras la presencia de aquel monstruo enturbiaba mis sentidos. Un profundo miedo ancestral se apoderó de mí y me quedé absolutamente paralizado durante un breve instante.

Tras perder la concentración, perdí también el control sobre la serpiente gigante, que al verse liberada, huyó del místico dragón tan rápido como pudo, metiéndose de nuevo por entre las grutas por las que habíamos venido.

Cuando conseguí sobreponerme y retomar el control sobre mis músculos, agarré por la mano a Undómiel y realicé un hechizo de levitación para mantener las distancias con aquel nuevo peligro que nos acosaba. Mientras nos elevábamos por el aire, lancé un conjuro que creó una densa y oscura neblina alrededor del dragón de agua, cegándolo.
Era consciente que la magia se disiparía rápidamente, al ser los dragones seres muy resistentes a la magia. Pero esos breves momentos de calma nos darían la oportunidad de trazar un plan, e incluso de elegir entre huir o luchar.

Si huyamos ahora, quizás podríamos volver en otro momento, y tratar de llegar hasta la dama del lago sin perturbar al dragón. Quizás con algún hechizo ilusorio que nos hiciera invisibles a sus sentidos. Aunque ahora que el dragón estaba atento, eso sería imposible, para ese plan la única opción sería dejar pasar el tiempo, aprovechando esas grutas para mantenernos a salvo hasta que el dragón se olvidara de nosotros.

Una vez en el aire, a una distancia prudencial del peligroso animal, miré a Undómiel directamente a los ojos y entrelazando nuestras miradas le transmití mis pensamientos acerca de nuestras opciones, que como un fogonazo de luz, pasaron por su mente. No podían perder el tiempo con cháchara.

-¿Y bi-bi… bien?- balbuceé con la mirada fija otra vez hacia el dragón que permanecía en el agua.

Pero en cuanto pronuncié estas palabras, la entrada por la que habíamos accedido a ese lago subterráneo, quedó bloqueada por una sólida puerta de metal, evitando la huída estratégica con la que contaba. En ese momento admiré por enésima vez el instinto de las serpientes, que había hecho huir a la serpiente gigante en cuanto tuvo la oportunidad.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeDom Sep 14, 2008 2:58 pm

- ¡Mierda! No estamos en condiciones de luchar contra un dragón – Undómiel no ocultaba el miedo que se reflejaba en su rostro y en su voz -. Además, no podemos levitar demasiado alto y aquí parados nos arriesgamos a que la Doncella nos vea.

La enorme cabeza del dragón se asomó por la superficie y rugió haciendo que los cuerpos de los dos se estremecieran aún más. La criatura empezó a nadar en círculos alrededor de donde ellos estaban flotando:

- Nos está advirtiendo…

De golpe el dragón sacó la cabeza justo debajo suyo y abrió la gigantesca boca mostrando sus afilados dientes del tamaño de una mano abierta. El nigromante y la valquiria olieron el apestoso aliento de aquella criatura y no les fue muy difícil deducir por la característica pestilencia que se alimentaba de peces. Miraron asustados hacia abajo y observaron como movía su lengua color lila de un lado a otro de la boca y entonces vieron como una llamarada de fuego empezaba a asomar por su cuello.

- ¡Mantén el hechizo de levitación! – le gritó Undómiel a Ashran y en cuestión de segundos se vieron envueltos por una gigantesca llamarada. Sin embargo, la valquiria había utilizado su poder para crear una especie de diminuta burbuja invisible que evitaba que el fuego los alcanzara.

La muchacha levitaba ahora del revés, cara abajo, y había extendido su brazo apuntando con el puño a la boca del dragón. Era de su mano de donde salía la magia que impedía que el abrasivo fuego los quemara. Estaba sudando y en su cara se dibujaba una expresión de duro esfuerzo, de vez en cuando soltaba algún gemido. Estuvieron así prácticamente un minuto, al final el dragón dejó de escupir y se metió bajo el agua de nuevo levantando una gran ola que los mojó.

- Pronto volverá a la carga, no podré aguantar otro ataque como ese. ¡Abrázame! – Ashran estaba del todo desconcertado y no pudo evitar alejarse en vez de acercarse al oír las palabras de la muchacha -. ¡No seas tonto Ashran! – Undómiel lo agarró fuerte del brazo y lo empujó hacia ella y entonces lo abrazó. De la espalda de la muchacha comenzaron a salir una especie de protuberancias puntiagudas que desgarraron primero su piel y después su ropa. La chica gemía de dolor mientras el dragón empezaba de nuevo a dar vueltas alrededor suyo advirtiendo del ataque que iba a hacer. Las protuberancias seguían creciendo. Un poco de sangre manchó la ropa rota de la chica. El dragón sacó la cabeza de nuevo y abrió la boca amenazadoramente.

- Ya… casi está… - gimió Undómiel a su compañero. Seguían fuertemente cogidos el uno al otro.

La segunda llamarada empezaba a asomar por el cuello del dragón cuando las alas de la valquiria ya habían tomado su forma completa. No eran como las alas de los ángeles sino que tenían un aire metálico y con membranas blanquecinas. La muchacha agarró con más fuerza a su compañero y echó a volar en el instante en que el dragón escupió la llamarada. Por poco no los alcanza pero Undómiel era ágil volando así que tras unos veloces movimientos consiguió esquivar el mortal ataque de la criatura y empezó a volar cada vez más alto. Cuando alcanzaron una altura segura la chica dijo:

- Con todo el follón que ha armado el bicho este seguro que la Doncella ya sabe que tiene visita, así que lo mejor será ir volando hasta la isla para que el dragón no pueda hacernos nada y una vez allí… dialogar con ella … no creo que se oponga a darme la espada ¿No? Al fin y al cabo lo hago para ayudar a uno de sus maridos – al ver la expresión del nigromante añadió:

- Sí, el alma que quiero liberar perteneció a uno de sus maridos… el problema de este tipo de hadas es que tienen un comportamiento muy peculiar y temía que no quisiera escucharme, es por eso que preferí llegar hasta aquí sin que ella lo supiera, ya sabes, para que no nos diera problemas. Pero una vez aquí dentro… podemos intentar dialogar con ella, si no se opone cogemos la espada y nos largamos, si nos pone problemas no tendremos más remedio que luchar, al fin y al cabo prefiero que mi adversaria sea una Gwragedd Annwn y no un dragón acuático ¿Qué me dices compañero?
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitimeDom Sep 14, 2008 9:59 pm

Totalmente anonadado ante la experiencia que acababa de acontecer ante mis ojos, me agarré fuertemente a mi acompañante, para no caer. Y al mismo tiempo, concentré todo mi poder mágico para realizar una invocación, que el dragón interpretó como un ataque, y trató de alcanzarnos con una nueva llamarada, esta vez sin embargo estábamos fuera de su alcance, y pude realizar el conjuro sin ningún problema.

En unos breves instantes al agua se volvió agitada, y cinco salmones enormes, de más de cuatro metros empezaron a aletear en ella. Imbuidos por un fuerte olor de pescado fresco, que inevitablemente se volvió irresistible para el dragón, que decidió que era de mayor provecho comer esos apetitosos pescado que perseguir un par de insectos voladores.

-Ah...buf...Creo que con esto lo mantendremos distraído... un buen rato. Dirijámonos... hacia nuestro objetivo.- Dije jadeando por el esfuerzo, el miedo y el estrés.
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MensajeTema: Re: La liberación de los Einherjar   La liberación de los Einherjar Icon_minitime

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